Dos finales

[cs_section id=”” class=” ” style=”margin: 0px; padding: 45px 0px; ” visibility=”” parallax=”false”][cs_row id=”” class=” ” style=”margin: 0px auto; padding: 0px; ” visibility=”” inner_container=”true” marginless_columns=”false” bg_color=””][cs_column id=”” class=”” style=”padding: 0px; ” bg_color=”” fade=”false” fade_animation=”in” fade_animation_offset=”45px” fade_duration=”750″ type=”1/2″][cs_text id=”” class=”” style=”” text_align=””]El próximo fin de semana Alevín Masculino y Femenino jugaran sus respectivas finales en “La Copa”. Dos finales que nos recuerdan que debemos seguir disfrutando de cada cucharada dulce que llega en forma de jarabe. Una final del equipo masculino, que sigue la senda de hace dos años y los tintes de un espectacular torneo de sala este año; y una final femenina a la que acceden tras dar “un campanazo” este fin de semana y que debíamos haber celebrado la noche del sábado.

Finales que van encadenando el equipo Senior femenino con una cuarta victoria, la familia numerosa de Javi, benjamín mixto en su nueva andadura, infantil femenino en la montaña rusa con un buen inicio en sala.

El próximo fin de semana jugaremos dos finales, pero son dos finales de sendos torneos, porque las finales de CDHLMUsoz-HOCQUET, que estamos jugando están fuera del campo. [/cs_text][/cs_column][cs_column id=”” class=”” style=”padding: 0px; ” bg_color=”” fade=”false” fade_animation=”in” fade_animation_offset=”45px” fade_duration=”750″ type=”1/2″][cs_text id=”” class=”” style=”” text_align=””]Sigamos disfrutando de las dos finales con Begoña y Victor que siguen entrenando con Hocquet, generosamente, transmitiendo a sus compañeros de Club todo aquello que se empapan con los mejores en el CT; sin desmanes de grandeza, sin evaluar los entrenamientos, tan solo entrenando con sus compañeros de Club para ayudar a mejorar. Dos finales de idas y venidas en ambos casos, que denotan en el caso de Begoña la sapienza de saber aprovechar las oportunidades, aun fuera de la Sub 16. O la dimensión de grandeza del corazón de Victor, con su retorno a la Sub 16, dejando bien asentandos una y otra vez los pies en el suelo al son de una cancionera vasca. [/cs_text][/cs_column][/cs_row][/cs_section][cs_section id=”” class=” ” style=”margin: 0px; padding: 45px 0px; ” visibility=”” parallax=”false”][cs_row id=”” class=” ” style=”margin: 0px auto; padding: 0px; ” visibility=”” inner_container=”true” marginless_columns=”false” bg_color=””][cs_column id=”” class=”” style=”padding: 0px; ” bg_color=”” fade=”false” fade_animation=”in” fade_animation_offset=”45px” fade_duration=”750″ type=”1/1″][cs_text id=”” class=”” style=”” text_align=””]Disfrutemos de las finales que llegan dos entrenadores que son evaluados en cada sesión de entrenamiento, en cada ejercicio, que están siempre sometidos a la asignatura de estrategia empresarial y que aunque se busquen no hay comparativo, ni cuaderno técnico que pueda superar su trato a los hocquitos. Disfrutemos de estas finales porque les traen la calma tras multiples conversaciones, extrañaras reuniones, algún desaire, mis envenenados dardos (pullitas) y cochinos psicológicos (plastas) y aires de locura próximas. manteniéndose hasta la final, para disfrutar de dos finales. Que les ayudan a no abismarse.

Finales que también jugamos cuando encajamos el puzzle de un entrenamiento, hacemos bolillos con cada cambio de entrenador, de grupo, obtenemos linea en el tetris de la mezcla de eternas relaciones de amistad, con visiónes e impulsos con matices; del deseo de no perder ningún hocquito, ninguna sonrisa, de contentar a cada familia, de crear una familia hocquet; de sobrevivir a los retortijones de barriga mientras hay que digerir cada espinita clavada, de salir de los nubarrones de 22 metros o de un Smartphone para disfrutar de “otro día para seguir jugando al hockey”.

Finales que se construyen con la iniciativa de los fotógrafos oficiales, con la ilusión de una cena de Papis y Mamis; con la incognita desvelada de la nueva equipación, con una web que arde en 6 minutos con 42 inscritos para Jolaseta, con la llegada del dia de la foto oficial, con la sonrisa que juego, que entreno, que mis hijos juegan en hocquet o explicar que al hockey no se juega ni en hielo, ni sobre patines, si no corriendo.

Y para el final, mi agradecimiento a las benjaminas, por tener la paciencia de no tirarme la pizarra a la cabeza cada vez que ganan y les indico aspectos que pueden mejorar, sin recibir a cambio sobaos o dulces manjares.[/cs_text][/cs_column][/cs_row][/cs_section]

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